lunes, 25 de enero de 2010

Suavecito voy a ir dejando, primero a los amores menores, avisándole a cada uno con un adiós tibio, mas bien que los abrace, que se sientan queridos, que no se preocupen, que no sufran. Un poco mas lento a los amores delicados, esos que van a extrañar, con algo mas concreto ya voy a cimentar el fundamento, y no va a haber marcha atrás, les voy a dejar mi voz, una caricia, y un beso en la mejilla. Después los amores de corazón, esos que no se cuando empezaron, y que no van a terminar, con ellos va a estar mi presencia intangible, mi perfume, todo el amor mas puro, toda la alegría, la luz cuando sea de noche. Y por ultimo los amores mayores, a ellos mi esencia entera, mi canción favorita, a ellos les voy a dejar todas mis lagrimas, y me voy a llevar yo las de ellos, esas que destapen la tristeza, las lagrimas que son un consuelo para el alma, un café caliente y un beso de despedida, para ir un poco mas allá.

1 comentario:

Kenny dijo...

El otro día pensé mucho en vos, con lo de Nestor. No por Nestor, sino por Cristina.
Creo que te lo dije 20 veces y acá, ahora, siento que malgasto las palabras en repetírtelo, pero se te extraña che.
Me siento parte de una bola de mierda que deciditse dejar atrás. Y es raro sentirse dejado así, como algo que no era necesario para ser feliz, ni para estar bien, ni para sonreir un rato.

Y no lo acepto. Por eso siempre que tengo la oportunidad vuelvo.

Pero se ve que no queda otra.