
Tengo que reconocer, que desde que vi la película ¿de quien es el portaligas? Me obsesione con conocer Rosario, bueno puse en marcha un par de cosas, hable un poco con mis amigos y el fin de semana largo pasado fuimos a la provincia de Santa Fe, de mi parte cargado de expectativas, como que de alguna manera estaba dispuesto a dejarme enamorar por esa ciudad, y así fue, lo puede decir la gente que mas me conoce que soy la persona que mas ama a la capital federal, soy pro Buenos Aires, pero en ese viaje del que tanto me voy a acordar, Rosario se convirtió en una especie de utopía que me gustaría que fuera mi hogar en algunos años.
Se siente como un lugar tan grande y tan chico a la vez, como que en media hora lo recorres entero, pero no te alcanzaría una vida para terminar de encontrar los lugares más secretos de la ciudad. Las motos que tanto remplazan a los autos, las avenidas largas sin mucho sentido, el punto de que haciendo diez cuadras estas en todos lados, los parques con escaleras interminables, como si absolutamente todo indicara que tenes que ir mas arriba, el rió tan grande, el monumento a la bandera que es colosal y se impone recibiéndote, las luces que son muy blancas, los cantantes regados en cada esquina, la gente que habla sin las eses, las personas lindas, las peatonales, la zona bancaria, la zona céntrica, la zona universitaria, son todas mini zonas en realidad, uno siempre compara con nuestra ciudad que es tan grande.
Rosario me contó su historia, me mostró sus espacios más lindos, me limpio mucho, siempre hablo de que tengo tres ciudades favoritas, se suma otra a la lista.
Se siente como un lugar tan grande y tan chico a la vez, como que en media hora lo recorres entero, pero no te alcanzaría una vida para terminar de encontrar los lugares más secretos de la ciudad. Las motos que tanto remplazan a los autos, las avenidas largas sin mucho sentido, el punto de que haciendo diez cuadras estas en todos lados, los parques con escaleras interminables, como si absolutamente todo indicara que tenes que ir mas arriba, el rió tan grande, el monumento a la bandera que es colosal y se impone recibiéndote, las luces que son muy blancas, los cantantes regados en cada esquina, la gente que habla sin las eses, las personas lindas, las peatonales, la zona bancaria, la zona céntrica, la zona universitaria, son todas mini zonas en realidad, uno siempre compara con nuestra ciudad que es tan grande.
Rosario me contó su historia, me mostró sus espacios más lindos, me limpio mucho, siempre hablo de que tengo tres ciudades favoritas, se suma otra a la lista.